📘 1. Lectura – ¿Qué dice el texto?

En este pasaje del Evangelio según san Lucas, Jesús envía a setenta y dos discípulos a preparar el camino para su llegada. Les instruye con claridad: la misión es urgente, el mensaje es de paz, y deben actuar con desapego material y confianza plena en la providencia divina. Son enviados como corderos entre lobos, anunciando la llegada del Reino de Dios, sanando a los enfermos y aceptando la hospitalidad que reciban. Ante el rechazo, también deben proclamar que el Reino ha llegado, sacudiendo el polvo como señal profética.

Los discípulos regresan llenos de alegría por los signos y prodigios realizados en el nombre de Jesús. Él los llama a no centrarse en el poder que han experimentado, sino a alegrarse por el don mayor: que sus nombres están escritos en el cielo.

🧠 2. Meditación – ¿Qué me dice el texto?

Este Evangelio interpela profundamente nuestra identidad como discípulos misioneros. Nos recuerda que todos estamos llamados, como los setenta y dos, a ser enviados al mundo: al barrio, a la familia, al trabajo… como portadores de la paz y la buena noticia.

Jesús no promete comodidad, sino envío. No garantiza éxito, sino fidelidad. Y lo más impactante: la verdadera alegría no está en lo que logramos hacer en su nombre, sino en sabernos amados y salvados, inscritos en el cielo.

¿Cómo vivo mi vocación misionera? ¿Dónde me está enviando hoy el Señor? ¿He puesto mi alegría en los frutos visibles de mi servicio o en la intimidad con Cristo?

✝️ 3. Oración – ¿Qué le digo a Dios?

Señor Jesús,
Tú que enviaste a los setenta y dos con la fuerza de tu Espíritu,
envíame hoy a mí también, a anunciar tu Reino con valentía. 🙏

Dame un corazón despojado, que no dependa de seguridades humanas,
y unos pies ligeros, que caminen hacia el hermano sin temores.
Hazme portador de paz en medio de un mundo herido,
y sanador de corazones por tu gracia. 🕊️

Cuando encuentre rechazo, que no me detenga;
cuando vea frutos, que no me enorgullezca;
que toda mi alegría esté en saberme tuyo,
inscrito en el cielo por tu misericordia. 🌿

Hazme discípulo fiel, servidor del Reino,
testigo humilde de tu amor en mi entorno.
Amén. ✝️

🔍 4. Contemplación – ¿Cómo interiorizo el mensaje?

«Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo» (Lc 10,20)

Repite esta frase durante tu jornada.
Hazla oración. Hazla certeza.
Deja que esta verdad transforme tu manera de servir, de actuar, de amar.
Vive con los pies en la misión y el corazón en el cielo.

🏞️ 5. Acción – ¿A qué me compromete el texto?

1. 📣 Revisar mi actitud misionera, preguntándome a quién me está enviando hoy el Señor en mi entorno cotidiano.

2. 🤲 Practicar la hospitalidad y la paz, acogiendo a los demás con amor y compartiendo la Palabra con quienes me rodean.

3. 💬 Evangelizar con sencillez, sin miedo al rechazo, confiando en que el Reino de Dios llega también a través de mí.

4. 🧎‍♂️ Orar por más obreros para la mies, pidiendo al Señor que suscite vocaciones misioneras y servidores comprometidos.

✨ Conclusión

El envío de los setenta y dos discípulos nos recuerda que la misión no es una tarea exclusiva de unos pocos, sino un llamado universal. Como Iglesia, somos todos enviados. El Evangelio nos urge a anunciar la paz, sanar heridas y proclamar con nuestra vida que el Reino de Dios ha llegado.

Pedro, Pablo y los setenta y dos discípulos fueron testigos de un Reino en movimiento. Hoy, tú y yo somos continuadores de esa misión. Con la fuerza del Espíritu y la certeza de que nuestros nombres están escritos en el cielo, seamos discípulos que no se detienen, testigos que no callan, constructores de un mundo nuevo.