LECTURAS Y
REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE DIOS DE TODOS LOS DÍAS

Reflexion Domingo del Tiempo Ordinario
julio 27

🕊️ 1. Introducción teológica
Este pasaje del Evangelio según san Lucas nos introduce en uno de los momentos más íntimos de la vida de Jesús: su oración. La escena nace del deseo de los discípulos de aprender a orar como Él, lo que da lugar a la enseñanza del Padrenuestro, seguida de dos parábolas que profundizan en el modo en que debemos acercarnos a Dios. Lucas presenta a Dios como un Padre cercano, generoso y siempre dispuesto a escuchar, en contraposición con las figuras humanas limitadas y reacias. El acento teológico está puesto en la confianza filial, en la persistencia en la oración y en el don supremo del Espíritu Santo como fruto de la súplica.
📖 2. Exégesis versículo a versículo
v. 1: Jesús está orando. Este detalle no es decorativo: en Lucas, Jesús ora en todos los momentos clave de su vida. Su testimonio inspira a los discípulos a pedirle que les enseñe a orar, como Juan Bautista lo hizo con los suyos. Aquí se revela la dimensión discipular de la oración: se aprende, se transmite, se cultiva.
v. 2-4: Jesús enseña una forma abreviada del Padrenuestro (comparado con Mateo 6,9-13). La oración se estructura en cinco peticiones:
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«Padre» (Abba): Jesús nos invita a dirigirnos a Dios con confianza filial.
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«Santificado sea tu nombre»: deseo de que Dios sea reconocido y reverenciado en el mundo.
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«Venga tu Reino»: expresa el anhelo del reinado de Dios en la historia.
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«Danos cada día nuestro pan cotidiano»: implica tanto el alimento físico como el pan espiritual de la Palabra y la Eucaristía.
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«Perdónanos nuestros pecados…»: vincula el perdón de Dios con nuestra actitud hacia los demás.
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«No nos dejes caer en tentación»: ruega por la protección ante el mal y la prueba.
Esta oración es teocéntrica, pero también profundamente humana. Une el culto a Dios con las necesidades concretas de la existencia.
v. 5-8: La parábola del amigo inoportuno nos enseña la importancia de la persistencia. La escena exagerada –alguien que pide pan a medianoche y un amigo que no quiere levantarse– subraya que, incluso cuando las relaciones humanas se resisten, la insistencia vence la indiferencia. Si eso pasa entre humanos, ¡cuánto más Dios, que es Padre y no actúa por obligación sino por amor!
v. 9-10: Tres imperativos reiterados –pedid, buscad, llamad– y sus consecuencias –se os dará, hallaréis, se os abrirá– refuerzan la idea de la oración perseverante. En el griego, los verbos están en presente continuo: “seguid pidiendo”, “seguid buscando”, “seguid llamando”.
v. 11-13: Jesús compara la paternidad divina con la humana. Incluso los padres terrenales –“malos”, es decir, limitados– dan cosas buenas a sus hijos. ¿Cómo no confiar entonces en el Padre celestial? El don por excelencia no es simplemente el pan, ni la protección, sino el Espíritu Santo: el mismo amor de Dios derramado en nuestros corazones (cf. Rom 5,5).
🧠 3. Claves teológicas
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La oración cristiana nace de la contemplación de Jesús: no es solo una técnica, sino una relación viva con el Padre.
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Dios como Padre: el título “Padre” no es genérico. Revela la intimidad de Jesús con Dios y nos introduce en esa comunión.
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El Reino y el pan: el creyente desea tanto la gloria de Dios como el sustento diario. No hay dualismo entre cuerpo y alma.
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El perdón es relacional: recibirlo exige concederlo.
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El Espíritu Santo como don supremo: más allá de los bienes materiales, Dios quiere darnos su propia vida.
🙏 4. Aplicación pastoral
Este texto invita a las comunidades cristianas a redescubrir la oración como vínculo esencial con Dios. En tiempos de inmediatez y ansiedad, Jesús nos recuerda que la oración no es un automatismo, sino un camino de confianza, insistencia y abandono. Muchas personas abandonan la oración porque “Dios no responde”. Pero este Evangelio nos asegura que Dios siempre escucha, aunque no siempre dé lo que pedimos, sino lo que más necesitamos: su Espíritu.
La parábola del amigo inoportuno puede aplicarse también a la vida comunitaria: la oración de intercesión por el otro es una forma concreta de caridad. ¿Tenemos esa audacia espiritual de molestar a Dios por amor al prójimo?
También se puede usar esta enseñanza en la catequesis del Padrenuestro, recordando que esta oración es una síntesis de todo el Evangelio, y una escuela de vida espiritual.
🙏 5. Oración final
Señor Jesús,
Maestro de la oración,
enséñanos a hablar con el Padre como tú lo hacías.
Que el deseo de su Reino nos consuma,
que su nombre sea santificado en nuestras palabras y obras,
que aprendamos a perdonar y a confiar en su providencia diaria.
Haznos insistentes, pacientes, humildes en la súplica,
y que nunca dejemos de pedir el don mayor:
tu Santo Espíritu,
fuente de amor, paz y vida nueva.
Amén.