LECTURAS Y
REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE DIOS DE TODOS LOS DÍAS

Reflexion – Domingo del Tiempo Ordinario
julio 6

🕊️ 1. Introducción teológica
Este pasaje de Lucas forma parte del llamado “viaje a Jerusalén” (Lc 9,51–19,27), una sección central del Evangelio donde Jesús instruye y forma a sus discípulos para la misión. El envío de los setenta y dos discípulos simboliza la universalidad del mensaje del Reino, más allá de los Doce. La comunidad cristiana primitiva está llamada a ser misionera, itinerante, dependiente de Dios, y profética.
Este texto es clave para comprender la naturaleza de la evangelización en el Nuevo Testamento: un acto comunitario, urgente, contracultural y centrado en la proclamación del Reino de Dios. Además, el relato de la alegría del regreso de los discípulos pone en el centro la gracia divina, no el poder humano.
📖 2. Exégesis versículo a versículo
v.1
“Designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos…”
El número setenta y dos alude simbólicamente a las naciones del mundo conocidas según Génesis 10 (versión LXX), implicando la dimensión universal de la misión. Enviarlos de dos en dos recuerda la legalidad del testimonio (Dt 19,15) y el carácter comunitario de la evangelización.
v.2
“La mies es abundante y los obreros pocos…”
Jesús presenta una imagen agrícola: el mundo está maduro para el mensaje del Reino. El desequilibrio entre la necesidad y los mensajeros muestra la urgencia. La respuesta no es el activismo, sino la oración: todo misionero nace de la súplica a Dios.
v.3
“Os envío como corderos en medio de lobos.”
Esta metáfora refuerza la vulnerabilidad del discípulo. No se trata de un envío armado, sino de una presencia pacífica que desafía al mundo con la debilidad del amor.
v.4
“No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias…”
Estas instrucciones evocan un estilo de vida itinerante, pobre y confiado en Dios. Al igual que los profetas, no deben preocuparse por su sustento. La urgencia de la misión supera los protocolos sociales (“no saludéis a nadie…”), sin caer en la descortesía.
vv.5-6
“Decid primero: Paz a esta casa…”
El saludo de paz no es un formalismo, sino una bendición escatológica (cf. Is 52,7). Si hay “hijo de paz”, la bendición permanece. Es un reconocimiento de que la misión depende también de la acogida del otro.
vv.7-8
“Quedaos en la misma casa…”
Estas instrucciones promueven la estabilidad y gratitud del misionero. No buscar mejores condiciones ni comodidades. El evangelizador se adapta a la situación del que lo recibe.
vv.9-11
“Curad a los enfermos… decid: El Reino de Dios ha llegado…”
La acción misionera se expresa en dos dimensiones: sanación y proclamación. El anuncio del Reino no es teórico, sino acompañado por signos concretos de liberación y restauración. Incluso el rechazo no anula el mensaje: “el Reino ha llegado”.
v.12
“Más llevadero será para Sodoma…”
Esta referencia escatológica subraya la gravedad del rechazo al Reino. El juicio no se basa en la moral social sino en la respuesta al anuncio de salvación.
vv.17-20
“Señor, hasta los demonios se nos someten…”
El éxito misionero causa entusiasmo. Jesús reconoce el poder real del Reino: la caída de Satanás simboliza el avance de Dios en el mundo (cf. Ap 12,9). Sin embargo, advierte: la alegría auténtica no está en el poder, sino en la gracia recibida: estar inscritos en el cielo.
🧠 3. Claves teológicas
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Universalidad de la misión: El envío de los setenta y dos prefigura la Iglesia misionera que evangeliza a todos los pueblos, no solo a Israel.
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Despojo y confianza: El discípulo está llamado a vivir en radical dependencia de Dios, sin apoyos materiales.
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Misión como anuncio y sanación: El Reino de Dios se revela con palabras y obras, especialmente en la cercanía a los enfermos y marginados.
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El juicio del rechazo: No acoger el mensaje del Reino tiene consecuencias. La indiferencia es una forma de oposición.
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Humildad en el éxito espiritual: Los frutos visibles de la misión no deben alimentar el orgullo, sino reforzar la humildad y la gratitud.
🙏 4. Aplicación pastoral
Este texto desafía a nuestras comunidades cristianas a revisar su modelo de misión: ¿evangelizamos con urgencia, despojados, confiando en la providencia? ¿O dependemos de estructuras y seguridades? Nos recuerda que no se necesita ser perfecto para ser enviado, sino disponible.
También interpela nuestra actitud ante la acogida del mensaje: ¿somos “casa de paz”? ¿Dejamos que el Reino transforme nuestro entorno? La Iglesia no debe medir su éxito por resultados externos, sino por la fidelidad al envío.
🙏 5. Oración final
Señor Jesús,
que enviaste a los setenta y dos con tu palabra viva,
haz de nosotros misioneros valientes y humildes.
Despoja nuestro corazón de apegos,
para que caminemos ligeros hacia los demás.
Que donde entremos, florezca la paz.
Y si encontramos rechazo, que sigamos firmes,
pues tu Reino ya ha llegado.
No permitas que nos gloriemos en los dones,
sino en tu amor, que nos inscribe en el cielo.
Amén.